Las decisiones de las élites políticas en coyunturas críticas. El caso comparado del Sur de Europa

El día 6 de febrero contamos en nuestro máster con la presencia del profesor Leonardo Morlino, reconocido politólogo italiano, y su lección magistral titulada “Las decisiones de las élites políticas en coyunturas críticas. El caso comparado del sur de Europa”.  La exposición comenzó situándonos en 2011 con las primeras medidas que los Estados de la UE encararon la crisis económica y del Euro. La primera fue el llamado Six Pack, que consistió en una serie de regulaciones destinadas a controlar los déficits públicos y los desequilibrios macroeconómicos mediante el refuerzo de la vigilancia económica y fiscal en UE. Un año después se firmó el Tratado de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza en la Unión Económica y Monetaria (TSCG), más conocido como Pacto Fiscal Europeo, cuya idea principal era la de limitar legalmente el endeudamiento público de los Estados miembros. Por último, en 2013 se aprobó el llamado Two Pack, que vino a reforzar la coordinación y la transparencia en las políticas presupuestarias e introdujo mecanismos de vigilancia más estrictos para los miembros de la zona Euro, especialmente aquellos en peor situación económica y financiera.

Ante esto, el profesor Morlino se preguntaba por qué la élite política de los Estados del sur de Europa aceptó estas disposiciones cuando algunas de las consecuencias no eran difíciles de prever. Opina que la “teoría de la perspectiva” es el marco en el que se debe de analizar esta toma de decisiones. Así, los líderes europeos se encontraban en un momento de incertidumbre donde tanto ganancias como pérdidas eran difusas, pero la incertidumbre provoca que se ponga el foco de atención más sobre las pérdidas, ya sean reales o temidas. En estos casos, en lugar de cambios arriesgados los líderes suelen preferir conservar el status quo, que en este caso pasaba por converger con el resto de la UE en un tema tan delicado y que involucra a millones de ciudadanos. En definitiva, es la interpretación de esta situación de incertidumbre por parte del líder la que condicionará todo el proceso de toma de decisiones.

El profesor hizo hincapié en las características de las decisiones que se toman: se trata de decisiones intergubernamentales, tomadas a la vez por distintos gobiernos nacionales, y salidas directamente de las altas autoridades de la Unión. Además, remarcó la idea de que los líderes a menudo sufren de cortoplacismo (debido al hecho de ser un cargo electo, que se somete cada 4 años al juicio de los electores) y toman las decisiones pensando en el futuro más próximo.

Leonardo Morlino escogió tres momentos diferentes de la crisis de deuda para comparar las decisiones tomadas por los países sudeuropeos: el primer rescate griego, creación del Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM) y la constitucionalización del techo de gasto. Tras el primer rescate griego, los Estados percibieron una situación de riesgo de contagio por lo que se aceptó la inyección de dinero (como hemos dicho, en casos de incertidumbre prima la aversión por las pérdidas), además de verse en una situación carente de alternativas políticas, pero el hecho de que los países afectados fueran del sur de Europa favoreció la convergencia de toma de decisiones (gobiernos socialdemócratas tanto en España como en Grecia, tradicional amistad greco-chipriota, etc.). La creación del ESM fue bien recibida por todos los países ya que garantizaba, a corto plazo, la liquidez y estabilidad del mercado. Fue en el proceso de constitucionalización del techo de gasto donde más disparidad hubo entre los Estados del sur de Europa; mientras que Italia y España, los más importantes en población y peso económico, se apresuraron a agilizar los trámites para poder incluir en sus cartas magnas un límite al déficit, otros países como Grecia, Portugal o Malta optaron por incluirlo en la legislación vía ley ordinaria, bien para evitar conflictos internos en los parlamentos bien porque su constitución impide este tipo de mecanismos.

El profesor Morlino concluyó que la clave de todo está en entender que tras una aparente falta de respuesta y aceptación de las directrices sin réplica, se esconde una compleja combinación de temor y aversión a las pérdidas, la esperanza de algunas ganancias a corto plazo y las resistencias internas al proceso que la teoría de la perspectiva nos ayuda a visualizar con claridad.

 

Jose Luis Gómez Cubells, alumno del Máster Universitario en Sociedad, Administración y Política.

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Negociación y ¿cómo hablar en público?

Los pasados días miércoles 15, jueves 16 y viernes 17 de mayo fueron impartidas las clases de negociación y de ¿cómo hablar en público?, por el Doctor y profesor Guillermo Sánchez Prieto, Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

Las clases estuvieron divididas en dos partes: cómo hablar en público y negociación. Aunque ambas estuvieran entrelazadas, realmente, por su conexión.

En lo referente a cómo hablar en público hablamos sobre el miedo escénico y el estrés que se produce al hablar delante del público; sobre las capacidades que tenemos al hacerlo; la estructura de la pieza oratoria; y sobre algo fundamenta, la forma en la que construimos nuestros discursos.

1. Psicología y oratoria:

Si nos referimos al estrés, podemos encontrar cuatro situaciones que lo causen:

1. La novedad.

2. La impredictibilidad.

3. La situación de descontrol.

4. Amenaza a la propia personalidad.

Pero, ¿cómo podemos enfrentarnos al estrés?

Hay que entenderlo, puesto que la mayoría de personas no saben qué es. Hay que conocer sus cuatro características o causas y saber cómo podemos enfrentarnos a él, qué podemos hacer. Además, debemos saber diferenciar el stress del eustress. Pues el segundo es positivo. Si bien, el estrés no puede o no debe ser combatido, sino más bien prevenido. Para ello, debemos practicar con antelación y conocer el tema del que vamos a hablar.

2. Herramientas de preparación:

Debemos empezar por lo más básico respecto a nosotros/as. Debemos pensar la comunicación. Pensar cuál es nuestro objetivo. Pero también debemos conocer al público y el entorno. Es decir, a quién nos dirigimos y qué esperan de nosotros o cómo es el sitio donde hablaremos y a qué hora. Es decir, tenemos que imaginarnos con antelación la situación.

 Así, una vez conozcamos la situación a la que nos vamos a enfrentar podemos comenzar a pensar en el qué decir. A definir el mensaje. ¿Qué sé y qué se me ocurre sobre el tema?; pensar en una frase de qué vamos a hablar; tenemos que saber los argumentos y evidencias que necesitaremos; y qué nos falta.

Una vez tengamos definido el mensaje, podremos empezar a estructurarlo. Es decir, tenemos que saber con qué empezaremos, cuáles serán los argumentos que utilizaremos durante la exposición y con qué acabaremos de hablar.

A la hora de hablar en público tenemos que tener en cuenta dos factores muy importantes, ambas, la comunicación no verbal y la comunicación verbal. Refiriéndonos a la primera, hay que evitar balancear el cuerpo mientras hablamos, las piernas cruzadas, hay que sonreír –a ser posible- o evitar realizar gestos exagerados. Si nos referimos a la comunicación verbal tenemos que tener cuidado al utilizar tecnicismos y siglas y debemos redondear las cifras que demos. Así, debemos saber estructurar el discurso, que estará estructurado en tres partes:

El inicio. Hay que captar la atención del público asistente con un chiste, una anécdota, un dato malo (igual que abren los telediarios), etc. Tras ello, utilizando un avance o un nexo, debemos preparar al receptor para el contenido. Y tercero, ganarse la benevolencia, desde la debilidad, alabando al público, desde la credibilidad o desde el tema.

La segunda parte es el desarrollo. Debemos utilizar para éste tres o cuatro argumentos, que estén compuestos por una idea central, el por qué y que estén acompañados de datos estadísticos o de autoridad, que conformen la evidencia de nuestro discurso.

Para terminar. Las conclusiones. Debe estar compuesta por lo que ya hemos dicho, pero de manera que incite a algo, con fondo.

Debemos tener claro al hablar en público que lo más importante es el público. Aunque es importante conocer el tema sobre el que vamos a hablar, no es necesario saberlo todo sobre él. Puesto que, hay que tomar decisiones suficientemente buenas, no perfectas. Porque es imposible alcanzar la perfección y porque no merece la pena. Las presentaciones son suficientemente buenas cuando la gente se lleva algo, cuando la gente se entera, se ha quedado con x dato, le ha gustado tal chiste o quiere leerse cierto libro que has dicho. Comunicamos para influir en los demás, para que hagan algo. Queremos influir en su comportamiento.

En definitiva, tenemos que tener en cuenta la técnica, el conocimiento y las actitudes (cosas que tenemos que sentir; desde que perspectiva estoy dando una clase). Pero también, los valores (desde qué valores estoy comunicando).

Negociación.

Negociar es si tú, entonces yo. Es decir, negociar es distinto que comunicar en público y que debatir, aunque coinciden algunas cosas.

Tenemos que conocer que en la negociación existen tres conceptos claves: el problema o los hechos a los que nos enfrentamos; la posible solución tanto nuestra como del oponente; y el resultado, que no se puede controlar, aunque intentemos controlarlo no moviéndonos de nuestra posición.

Hay cuatro pasos en la negociación.

1. Intereses. Son las preocupaciones y los miedos. Los deseos y las necesidades. Es decir, es el medio (remedio). Son el por qué y el para qué. Admiten ciertas interpretaciones.

2. BATNA O MAAN. Es la mejor alternativa a una negociación. Es decir, si tenemos una alternativa que satisface de igual manera nuestros intereses, no necesitamos negociar con el anterior. Lo que nos proporciona: tranquilidad, nos permite situar el mínimo de nuestras posiciones e incrementar el poder.

3. Posiciones. Cosas u accione que hacemos para satisfacer los intereses. Hay que entender primero el problema. Es decir, es el fin. Las posiciones son el qué, el cómo y el cuánto. Es todo aquello que pedimos, a lo que decimos que sí y que no. No admiten interpretaciones.

4. Criterios. Debemos argumentar nuestras posiciones de manera razonada. Por ello, necesitamos evidencias que nos avalen.

Antes de ponernos a negociar con la persona ésta tiene que querer negociar, por eso hay que generar confianza. Además, tenemos que ser creativos y pensar fuera de los límites propuestos. Además, el problema si es uno y único, pero tiene varias visiones y muchos resultados.

Concluir diciendo que la clases fueron muy dinámicas con presentaciones en un minuto, exposiciones de TFM o distintas técnicas de negociación, entre otras prácticas. Lo que generó unas dinámicas de clase y de grupo divertidas a la par que formativas. Clases muy útiles tanto dentro como fuera del mundo académico.

José Solano Caballero. Estudiante del Máster Universitario en Sociedad, Administración y Política (MUSAP).

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HACIA UNA RELACIÓN EFICIENTE DEL TERCER SECTOR Y LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Los pasados días 13 y 14 de junio, Fernando Nuño Santana, Licenciado en Periodismo y máster en Cooperación internacional y experto en evaluación de programas, impartió la asignatura “Hacia una relación eficiente del tercer sector y la Administración Pública”. En esta entrada paso a comentar las principales ideas de estas sesiones.

Comenzaré con una aproximación a una definición del tercer sector como aquellas organizaciones privadas sin ánimo de lucro que tienen un objetivo social, es decir, son entes privados pero no son empresas porque no buscan un beneficio, y no son administración porque no dependen del Estado pero sí actúan en razón de un interés público.

En la creencia de que las necesidades sociales estaban suficientemente cubiertas bien por Estado bien por el sector privado, siendo el papel del tercer sector residual, las sesiones me han ayudado a entender la dimensión de su importancia.

¿Por qué me parecen importantes las entidades del tercer sector? Por la labor que realizan de coberturas de necesidades a personas vulnerables. Porque buscan mejorar la sociedad y la convivencia. Porque lo hacen por motivos humanitarios y no lucrativos. Por la importancia del voluntariado. Por su independencia del poder político. Porque son portadores de valores sociales. Sirven de faro tanto a la sociedad civil como a los gobiernos para tenerlos en contacto directo con las necesidades y problemas de los más desfavorecidos. Porque son inspiradores de políticas públicas gracias a su contacto directo con los problemas.

Por tanto, el tercer sector no solo es importante, sino necesario. Llega allí donde ni la administración ni el sector privado puede o quiere llegar. Y aporta un factor de dinamismo en las políticas públicas y de sensibilización de la sociedad.

No obstante, también puede ser objeto de un análisis crítico, ya que no puede perderse de vista que el tercer sector a menudo es objeto de controversia por su opacidad en el tratamiento de sus finanzas, excesiva profesionalización, posibles relaciones clientelares con la Administración, no alineación con las necesidades de la sociedad, o solapamiento en la prestación de servicios ya cubiertos por otros sectores, o en algunos casos, una visión demasiado mercantilista y centrada en los resultados económicos, aunque paradójicamente estos se destinen a reinvertirlos en su objeto.

Asimismo, y desde mi punto de vista, una crítica que se le podría hacer al tercer sector de una manera general es que no ofrece servicios sociales que estén reconocidos como derechos amparados por el Estado, por lo que su concesión es discrecional, y un eventual no reconocimiento de alguna prestación o servicio no puede ser reclamado ante ninguna instancia, pudiéndose dar el caso de arbitrariedades que no ocurrirían si el servicio estuviera garantizado por la administración.

Como consecuencia de su destacada función social, material y moral, la sociedad ha depositado en las entidades del tercer sector una confianza que no debe ser defraudada. Por ello, es necesario que, al objeto de garantizar su utilidad, eficiencia y viabilidad, estas entidades se encuentren cada vez más profesionalizadas y con mecanismos de gestión adoptados del sector privado, sujetos a evaluaciones y rendición de cuentas.

Para último, resaltar que se debe trabajar para un alineamiento entre los tres sectores de tal forma que cada uno pueda sacar provecho de las aportaciones de los otros, se establezcan alianzas y se fomente una relación de colaboración beneficiosa para todos.

En resumen, unas sesiones muy útiles para entender la naturaleza y la dimensión del tercer sector, sus luces y sus sombras, así como para aportar una visión de futuro del modo en que debe organizarse para garantizar su utilidad, eficiencia y viabilidad.

Alejandro Olivero Gómez, estudiante del MUSAP

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NACIONALISMOS Y ESTADOS EN EUROPA

 

Los días 6 y 7 de junio disfrutamos de una clase impartida por David Soto que versó sobre la construcción de las naciones y de las identidades nacionales en Europa, como proceso que, sin duda, transformó el continente europeo con el Estado-nación como paradigma.

Las sesiones se iniciaron con una aproximación histórica al concepto de nación, bajo el prisma esencialista que afirma que la nación precede al nacionalismo; y bajo la visión constructivista, la cual señala que el nacionalismo precede a la nación.

Perspectiva esencialista: se forma parte de la comunidad se quiera o no, el individuo queda sometido al orden natural de las cosas. Su máximo exponente fue Cánovas del Castillo, intelectual conservador español que influyó notablemente en el pensamiento de construcción nacional español.

Perspectiva constructivista: existe una voluntad colectiva que crea la nación. Es el primer tipo de nacionalismo en aparecer y tiene como figuras clave al Abate Sieyès con sus tratados sobre la construcción nacional francesa, donde asegura que la nación está representada por el Tercer Estado o Pueblo Llano, puesto que son estos los sometidos a la misma Ley. También Renan otorga importancia a la voluntad de crear una nación como elemento clave, ejemplificado en los casos de Alsacia y Lorena, germano-hablantes pero de espíritu nacional francés.

Modelo mixto: surge posteriormente aunando las premisas de las teorías anteriores, dándole importancia al elemento de la voluntad, para formar una nación, y también a la herencia y tradiciones comunes, que sirven de sustrato al primer elemento. Mazzini y la conciencia de la patria en la unificación italiana es el mejor ejemplo.

 

“Proceso imaginativo”

En realidad, tal como explicó el Profesor Soto, siguiendo los planteamientos de Benedict Anderson (1991), una nación no deja de ser una comunidad imaginada para perseguir un fin político. Este elemento, la política, es imprescindible para la nación. No obstante, el nacionalismo no se debe entender como mera ideología, sino como lenguaje de comunicación política que recorre e impregna a prácticamente todas las ideologías.

Existe una filiación primaria, que precede a lo político, que atañe a emociones y valores (como en el fútbol, cargado de simbolismo y sentimientos); y una lealtad local, sobre todo en los tiempos de la formación de las naciones (entre el XVII y el XIX), basada en la permanencia de las poblaciones en un mismo territorio, que no abandonaban en toda la vida.

Por tanto, con este proceso imaginativo de la nación nos sentimos parte de un grupo dentro de un territorio definido. La nación es una forma de entender la comunidad política que no se conoce a fondo.

 

Aproximaciones en Ciencia Política

Hay dos formas de acercarse al estudio de las naciones, el modelo cívico o francés que prima el patriotismo constitucional como elemento vertebrador; y el modelo étnico o alemán, que pone en valor los rasgos culturales y raciales como definitorios.

Por otra parte, hay que tener en cuenta la vertiente “modernista” que baña todo el sistema político nacionalista o de construcción nacional. Es un fenómeno relativamente reciente, desde finales del s. XVIII con los procesos burocráticos-unificadores al albur del surgimiento de la Administración centralizada (la Francia absolutista con su modelo de Corte-centro de administración en Versalles o la escuela prusiana cívico-militar). Además, es un proceso fomentado en todo momento por las élites dominantes del momento (E. Hobsbawm).

Contrario a la creencia de la influencia del modernismo en el nacionalismo, otros autores (como Anthony Smith) resaltan la mayor importancia de los aspectos subjetivos como la memoria, el mito y el símbolo. Es lo que se llama “etno-simbolismo”. Critica al modernismo por su apego a las élites, y afirma que las tradiciones culturales son las que influyen en la construcción nacional. No hay una relación de continuidad lineal vertebrada por las élites entre etnias y naciones.

 

Cómo identificar la nación

Desde un punto de vista histórico la nación puede descomponerse en 3 aspectos muy ligados:

Territorio: con apropiación de los recursos naturales y con delimitación.

Administración/Gobierno: con reglas e instituciones uniformizadas.

 

Identidad: discurso y legitimación para la población. Es vital la creación de conciencia nacional, la cual se hace a través de la educación, la coerción estatal, la tradición y la prensa o medios de difusión. A ello se le llama “nation-building”.

Al final, viendo la evolución en el tiempo de las organizaciones políticas podemos establecer que el Estado-nación es una forma más de “comunitarismo”, es la forma contemporánea de comunidad que ha ido evolucionando desde el clan, la tribu, la polis, el régimen feudal, etc.

El cambio de escala territorial y su dominio es un factor clave: el desarrollo agrario e industrial que cambió la forma de vida y de sistema económico.

Eso nos lleva a comentar también la evolución que ha tenido dicha concepción desde el s. XIX hasta la actualidad. Desde el s. XIX el Estado-nación ha ido cambiando dentro del marco de los sistemas parlamentarios, al principio sistemas de sufragio censitario, participación restringida a las élites y liberalismo económico clásico. Desde el s. XX el cambio cultural y económico favorecido por las nuevas ideologías, la lucha obrera y los movimientos de emancipación redibujan la nación como un elemento consustancial a la propia existencia de la sociedad. El nacionalismo se convierte en un elemento de movilización de masas.

Por otra parte, es importante conocer la diferencia entre Estado y nación con Estado, o Estado-nación. Al principio, sólo existe un Estado con un soberano sobre un territorio; posteriormente surge el Estado-Nación que se convierte en la forma dominante hasta hoy: mercado nacional, instituciones comunes, coerción, soberanía, unitario o federal, etc. A dicho Estado-nación se llega a través del proceso conocido como “state-building”.

 

Cuestionamiento actual del Estado-nación

Finalmente, como colofón a las sesiones impartidas por el Profesor Soto llegamos a analizar la situación del Estado-nación en el momento actual. Vivimos en el s. XXI, revolución tecnológica y fomento de la individualidad caracterizan este momento histórico.

En lo que atañe al Estado-nación, se pueden citar tres factores que cuestionan su vigencia en nuestros días o que, como poco, debilitan su carácter omnipresente en la discusión política:

1) El declive del monopolio de la violencia: no referido al ámbito interno (que lo mantiene y refuerza), sino externo, la lucha entre Estados que cada día se hace más inviable.

2) Cambio de escala: los Estados no pueden enfrentarse por sí solos a problemas transnacionales como el cambio climático o las emigraciones masivas.

3) Crisis de la capacidad financiera: difícil sostenimiento del Estado del Bienestar bajo el modelo de crecimiento económico y financiero actual.

Pese a todo ello, no ha surgido un nuevo modelo que subsane todas las deficiencias del Estado-nación. Como decía Gramsci, “cuando lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer se generan las grandes crisis”.

En resumen, para mantener la estabilidad del Estado-nación, y por ende de la democracia, es necesario conjugar de forma equilibrada los poderes del mercado, Estado y sociedad civil (y del conocimiento).

 

Manuel Romero López, estudiante del MUSAP

Utrera, a 16 de junio de 2019.

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GÉNERO Y POLÍTICA

El pasado 21 de Marzo, la Dra. Julia Espinosa Fajardo, dictó la clase de Género y Política, donde explicó el concepto de igualdad de género y cómo se convirtió en un objetivo político que se ha ido incorporando en la agenda de diferentes maneras. Derivado de lo anterior la unidad de aprendizaje examinó lo siguiente:

 

1. LA IGUALDAD ENTRE MUJERES Y HOMBRES EN LA AGENDA PÚBLICA.

Se describen dos conceptos fundamentales:

  • Sexo: se refiere a las diferencias biológicas existentes entre mujeres y hombres, que son universales y no pueden cambiarse. Por ejemplo: dar a luz.
  • Género hace referencia a los derechos, responsabilidades, oportunidades y roles, asignados al hecho de ser hombre y ser mujer y a las relaciones socioculturales entre mujeres, hombres, niñas y niños. Son cambiables a través del tiempo mediante la acción política. Por ejemplo: el trabajo de los cuidados.

Sexo y género no son dos realidades separadas, sino elementos interconectados que conforman el sistema sexo/género. Dicho sistema se refiere al conjunto de disposiciones que en una sociedad transforma el sexo biológico en productos humanos. Es decir que lo biológico no es inamovible sino que está marcado por el contexto.

La igualdad de género “exige considerar, valorar y favorecer en forma equivalente las diferencias en necesidades, intereses, comportamientos y aspiraciones de mujeres y hombres respecto a los mismos e iguales derechos” (García Prince, 2008: 23). Implica que las personas tienen el mismo valor independiente del género, y por lo tanto, tienen los mismos derechos.

La igualdad de género en la agenda internacional: ¿Cómo se han ido incorporando las cuestiones de género en la agenda Internacional? y ¿Cómo se han traducido en políticas?

Antecedentes:

  • Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948)
  • Desde 1940 al 1970: El foco está puesto en igualdad jurídica, integración de la mujer en el mercado laboral y lucha contra la discriminación de la mujer.
  • En los 80’s se hace hincapié en la educación empleo y salud. III Conferencia Mundial sobre la Mujer (Nairobi, 1985): Se reconoce la desigualdad de las mujeres.
  • Conferencia de Viena en 1993 no se reconocen los derechos humanos como derechos de las mujeres pero empiezan a haber algunos reconocimientos desde después de la segunda guerra mundial.
  • IV Conferencia de Beijing (Beijing, 1995), hito en la entrada en agenda de la igualdad de género. Hace hincapié en la dimensión estructural del género y subraya la igualdad de género como prioridad internacional.
  • Cumbre del Milenio  (2000) ODM, compromisos de Beijing y conferencias anteriores
  • En el año 2015: Se presenta la Agenda 2030, que recupera la declaración de Beijing. Cómo se desarrollará a escala Nacional, Autonómica y local.
    • Metas del ODS 5 “Igualdad de género y empoderamiento de mujeres y niñas”
    • Metas del ODS 10 “Reducción de las desigualdades”

¿Dónde nos encontramos hoy? Frente «al espejismo de la igualdad», la persistencia de la desigualdad:

  • Existe una “Feminización de la pobreza”: según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)  el 70% de las personas pobres del mundo son mujeres.
  • Ser mujer u hombre condiciona el acceso al mercado laboral, a la educación, a la representación política, al nivel de seguridad, al desarrollo de trabajo de cuidados. También determina el acceso a los recursos económicos, a la tecnología, entre otros aspectos.
  • Remuneraciones por género, políticas salariales desequilibradas.
  • Puestos de directivos asignados por género.

 

2. LAS POLÍTICAS PÚBLICAS DE IGUALDAD DE GÉNERO: CONCEPTO, EVOLUCIÓN Y TIPOS.

Son el conjunto de las decisiones, objetivos y medidas adoptadas por las instituciones públicas para promover la igualdad entre mujeres y hombres y mejorar la situación socio-económica, política, y cultural de las mujeres.

¿Qué tipos de organismos de igualdad existen?

  • Organismos de igualdad: promoción general de la igualdad, forman parte de la estructura de gobierno (Ej.: Institutos de la Mujer).
  • Organismos anti-discriminación: protección frente a la discriminación, independientes y controladores de la acción de gobierno (Ej.: defensorías de la igualdad).
  • Organismos consultivos: participación de la sociedad civil en el proceso político (Ej: Consejos de participación de la mujer).

¿Cómo la igualdad de género entra en el ciclo de la política? ¿Cuál es el diagnóstico y la solución?

  • La desigualdad de género como un problema público.
  • No siempre las políticas de igualdad están en línea con un enfoque de género, que dirige la mirada a las causas estructurales y su interconexión con otros factores de desigualdad.
  • La etiqueta de género, tiene múltiples dimensiones del problema, existen resistencias y un uso cosmético.

¿Qué instrumentos existen?

Las políticas públicas de igualdad promovidas por los organismos de igualdad intentan dar respuesta a los problemas de desigualdad de género a través de:

  • Instrumentos (leyes, planes, unidades)
  • Estrategias (igualdad de oportunidades, acciones positivas, mainstreaming, antidiscriminación-interseccionalidad)

 

3. EL ANÁLISIS DE GÉNERO EN EL CICLO DE LAS POLÍTICAS DE IGUALDAD.

El análisis de género como una herramienta que se puede utilizar a lo largo de todo el ciclo de la Política Pública. Para ello, existen, cuatro grandes estrategias:

  1. Igualdad de oportunidades: persiguen la inclusión de las mujeres. Parte de que todos los individuos deben tener las mismas oportunidades.
  2. Acciones positivas: se enfocan en la diferencia.
  3. Mainstreaming de género: persiguen la transformación de las estructuras que generan ese orden de desigualdad de género.
  4. Antidiscriminación: pone el foco en múltiples desigualdades; teoría feminista habla de interseccionalidad.

Así, el enfoque transformador de género nos ayuda a conocer y comprender las realidades de las mujeres, los hombres, los niños y las niñas en intersección con otros factores de desigualdad y posibilita la detección de las desigualdades existentes.

 

4. EVAPORACIÓN DE LOS COMPROMISOS DE GÉNERO EN LA IMPLEMENTACIÓN DE POLÍTICAS, RESISTENCIAS Y DIFICULTADES.

En las prácticas de políticas asistimos a la evaporación de los compromisos de género que se diluyen por diferentes resistencias y dificultades; lo que genera el impedimento de alcanzar los resultados esperados.

  • En Europa los recursos destinados a igualdad de género descendieron de forma drástica en comparación con la media de los descensos en materia de políticas públicas; generando la falta de recursos.
  • Ausencia de buenos sistemas de seguimiento y evaluación que nos sirvan para rendir cuentas, aprehender, mejorar y ver qué tipo de intervenciones funcionan y cuáles no.
  • Tecnocratización del género, que implica un riesgo, porque desafecta la posibilidad de transformación. Este tipo de procedimientos pierde una visión de largo plazo ya que se están evaluando algunas medidas específicas.
  • En el marco de la agenda 2030 se debe incluir a las mujeres como “beneficiarias” de las políticas públicas con la estrategia de fomentar la eficiencia, no porque sea una cuestión de derechos.

 Propuestas frente a la evaporación del compromiso con la igualdad:

  1. Poner la lucha contra las desigualdades, con un foco en el género e interseccionalidad, en el corazón de la política. Conscientes de las relaciones de poder, los conflictos de intereses y los temas críticos de género.
  2. Repolitizar el enfoque de género evitando que se diluyan sus raíces feministas y su carácter transformador.
  3. La desigualdad de género y su interrelación con otras formas de desigualdad en todo el ciclo de la acción pública, rescatando las experiencias del territorio y de las OSC.
  4. La desigualdad de género y su interrelación con otras formas de desigualdad (género+) en el trabajo en el seno de nuestras organizaciones e instituciones.

 

Juan Francisco Ortega

Máster en Sociedad, Administración y Política 2018-2019.

 

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